Club Biguá de Villa Biarritz
Corría el año 1931 y la ACJ decide abandonar las competencias de todas las federaciones que ella misma había ayudado a fundar, estos jóvenes se empiezan a reunir a efectos de fundar un club que desarrollaría la actividad como hasta el momento lo hacían en las instalaciones de la IMCA.
De acuerdo al Acta Nro. 1 del libro de Actas del Consejo Dirigente, a los catorce días del mes de abril de mil novecientos treinta y uno, se reunieron en la Asociación Cristiana de Jóvenes, los ex componentes del Cuerpo de Nadadores de la misma y simpatizantes, señores Emilio Beretta, Juan C. Ceriani, Julio C. Costemalle, James Davidson, L. J. Fuentes Pérez, Maximino y Hugo García, René Girardin, Ernesto Haaxe, Mario La Gamma, S Romero Pistone, Carlos Schroeder, Walter Swinden y Spencer Ugarte, y como dijo Ceriani “muchos más que concurrieron a próximas reuniones”.
Se designan Presidente y Secretario Ad hoc a los señores Pistone y Fuentes Pérez respectivamente. Se proclamó por aclamación Presidente Honorario al Señor Juan Carlos Ceriani.
Recuerda Ceriani en un reportaje que se le hizo ” tomo la palabra, recalcando que cualquiera fuera la solución que se diera al grupo, ella debería tender a conservar la unión y la amistad que reinaba entre los presentes. De manera que cualquiera fuera la resolución a tomar, lo importante era como cosa inamovible, lo que durante sesenta años el Biguá ha sido; una familia”
Como consta en el segundo acta, se barajaron primeramente varios nombres eligiéndose finalmente, aunque sin mucha convicción entre Swimming Stars y Swimming Boys, triunfando este último aunque sin conformar plenamente a aquellos jóvenes abanderados por el alma de Ceriani que trataba de canalizar el entusiasmo para que no se perdieran las aptitudes deportivas de los mismos.
Una semana después, René Girardin, uno de estos jóvenes comenta el hecho con su padre y éste le contesta “tratándose de nadadores porque no le ponen Biguá, el nombre del pato maragullón que abunda en nuestras costas?
Proponerlo fue aceptarlo, reconsiderando lo anterior, quedaba entonces pendiente el diseño de un escudo. Pasó aún un tiempo hasta que un día, Spencer Ugarte, otro de aquellos jóvenes que actuaba en basketball sentado en la costa, contemplaba pensativo el volar de los maragullones, y sucedió que en un momento se fijó de tal manera en su mente el simple esquema del vuelo de un Biguá, que volvió a su casa lo dibujó y estampó sobre el triángulo equilátero que adorna el escudo de la Asociación Cristiana de Jóvenes que significa alma, mente y cuerpo y el pato que sale de allí para siempre.
Ese escudo aceptado por aclamación es el emblema que desde entonces distingue a nuestro Club.
Durante el año 1934 el grupo que habían fundado los muchachos del basketball Los Incas, con estatutos similares a los de Biguá, decide incorporarse a éste bajo el mismo nombre y posteriormente el 14 de abril de 1937, a los seis años justos de fundado Biguá, se une con el Club Biarritz que había sido formado por un grupo escindido del Bohemios, pasando a llamarse en los sucesivo Club Biguá de Villa Biarritz
Fuente: biguanatacion.com