Laguna Negra
La Laguna Negra es la mayor de las lagunas costeras de Uruguay, con una superficie de 17.500 hectáreas y siete metros de profundidad.
Las tierras que la circundan son ricas en turba. En primavera y verano la turba se seca, la tierra se resquebraja y el polvo que arrastra el viento cubre la superficie de las aguas de la laguna, dándole un color negruzco que dio origen a su nombre. Anteriormente, este espejo de agua recibía el nombre de Laguna de los Difuntos, tomado del cerro ubicado en su ángulo suroeste.
Allí, en cuevas ubicadas en sus laderas, se descubrieron algunos esqueletos indígenas y vasijas de barro de los Minuanes.
Costa arenosa y rocosa
Estos ambientes, asociados a la costa de la Laguna Negra, ocupan menos del 1% de la superficie total del Potrerillo. En ellos se desarrollan diversas especies de nuestra fauna silvestre. Entre las aves se destacan las espátulas rosadas, de plumaje de fondo rosado con manchas de color carmín en el pecho, hombros y rabadilla. También son comunes las garzas blancas, cigüeñas y varias especies de patos.
Durante el invierno, el Potrerillo recibe la visita de especies migratorias provenientes de latitudes más australes, como chorlitos de collar y de doble collar, a quienes puede verse correteando por la arena en procura de alimento. Además de la playa arenosa, junto a la laguna existe una zona de barrancas y rocas, coronada por bosque nativo. Entre estas barrancas existen cuevas, ocultas por el follaje, en las cuales habitan colonias de vampiros, que se alimentan de sangre de aves y otros mamíferos, en especial del ganado.
Entre los afloramientos rocosos de la costa vive la inofensiva culebra de Peñarol, así llamada por presentar los mismos colores que el club de fútbol del mismo nombre (amarillo y negro) en su parte dorsal.
Fuente: Probides.org.uy